LO QUE LA QUINTA TEMPORADA DE ORANGE IS THE NEW BLACK NOS DEJÓ
Tranquilos. Esta opinión va sin spoilers.
Super PAFF. Nos hicimos una maratón y ya terminamos la quinta temporada de Orange Is The New Black. ¿Lo bueno? Hacer maratón no es ningún esfuerzo. ¿Lo malo? ¡Que manija quedamos!
Muchos dicen que es la temporada más floja. Algunos se quejan del contenido y la seriedad con la que se lleva. Tal vez sea que los 13 capítulos giran en torno a la misma situación.
Repasemos: La cuarta temporada termina con el principio del motín y una de las reclusas con un arma en la mano. Así mismo empieza la quinta. De ahí en adelante, todo es sobre el motín y lo que despierta en cada una de ellas. En algunas reclusas, saca lo mejor, en otras lo peor. Cada personaje se intensifica y saca a la luz su esencia, eso que no se puede tapar ni cambiar.
La muerte de Poussey es la clave. Es lo que despierta todo. Pero poco a poco, muchas se van olvidando y demandan otras exigencias para terminar con el motín.
Así, esta temporada refuerza las características de los personajes y muestra de una forma, quizás un poco light, la violencia policial. ¿Pero quiénes son los buenos y los malos?
Sea como sea, la temporada queda inconclusa. La escena final del último capítulo te deja con el corazón destrozado y latiendo a ritmo taquicardia. Claro, todo depende de la empatía que genere uno con los personajes.
Ahora habrá que esperar hasta Dios sabe cuándo para ver cómo se resuelve todo. O, leer el libro...
